Excursión hasta uno de los pueblos con mayor encanto de la comarca de Calatayud
Del patrimonio del pueblo destaca la iglesia-fortaleza de Santa Tecla, Patrimonio de la Humanidad.
Como detalle histórico destaca que Cervera fue incendiada y destruida por las tropas castellanas en la guerra de los Dos Pedros. La tradición cuenta que sus pobladores hubieron de refugiarse temporalmente en el paraje de Armantes. El día de San Buenaventura, 15 de julio, se tocaban las campanas de la iglesia, en recuerdo del día en que las tropas de Pedro El Cruel quemaron el pueblo.
La iglesia y una figura del Sagrado Corazón a su lado.
El pueblo, al igual que otros de la comarca fue testigo directo de la Guerra de los Dos Pedros entre Aragón y Castilla, fue llamado simplemente Cervera para pasar a Cervera de Aniñón antes de su actual denominación.
En la localidad hubo molino, tejar y hornos de yeso y cal, como sucede en otros pueblos de la comarca, la mayor parte de las casas cuentan con bodegas subterráneas.
Vistas de Cervera desde la carretera de Aniñón, en lo alto se puede ver la silueta de la iglesia.
Los pobladores del municipio tradicionalmente, al igual que los de la redolada, ha vivido de la agricultura, preferentemente de la vid y la elaboración de vino, de hecho la bodega cooperativa de la localidad, San Gregorio, fue fundada hace más de 50 años.
Además de este cultivo también son importantes los olivos, almendros y el cereal.
Calles de la localidad.
La iglesia de Santa Tecla:
Obra del Maestro Mahoma Rami, su buena conservación y los detalles mudéjares le han valido la distinción como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO.Esta iglesia fortaleza de una sola nave es una de las obras más significativas y que con mayor integridad ha llegado a nuestros días, de uno de los dos maestros de obra mudéjar más representativo del medievo aragonés: Mahoma Rami. Conocido como el maestro de obras del gran mecenas aragonés Pedro Martínez de Luna, Pontífice Benedicto XIII, el «Papa Luna», su presencia es constante en todo el señorío de los Luna desde los años finales del siglo XIV y toda la primera mitad del siglo XV.
Al recinto de la iglesia se accede por un arco de la muralla del antiguo castillo, es un excelente mirador, con la población a los pies, vistas al valle del Ribota y la sierra de Armantes al fondo.
La sierra Vicort también es apreciable desde la localidad.
Las construcciones de la zona se mimetizan perfectamente con los colores del terreno.