Visita a un pueblo donde la historia se vive en cada arco y cada piedra
Junto a la frontera entre Aragón y Castilla, la histórica Raya se ubica la villa monumental de Medinaceli que se alza orgullosa sobre un cerro a unos 1.200 metros sobre el nivel del mar y dominando los primeros kilómetros del rio Jalón.
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| Arco Romano |
La historia de Medinaceli (antigua Medina-Oceli en árabe) está marcada por su posición estratégica. Fundada sobre un poblado celtíbero, su verdadero esplendor llegó con la presencia romana, que la convirtió en un cruce vital de calzadas.
Durante la Edad Media, fue una plaza clave en la línea fronteriza entre los reinos cristianos y musulmanes, un lugar disputado que forjó su carácter defensivo. Tras la conquista por parte de los reyes cristianos, se convirtió en sede del Ducado de Medinaceli, una de las casas nobiliarias más importantes, lo que explica la gran riqueza y monumentalidad de muchos de sus edificios civiles.
Para que una visita completa, proponemos un recorrido por los lugares que no puedes perderte:
El Arco Romano
Es la carta de presentación de la villa y su emblema, visible desde la autovia A-2. Construido en el siglo I d.C. y es el único arco romano de triple arcada que se conserva en la península ibérica. Su diseño, con una puerta central flanqueada por dos laterales, marcaba la entrada monumental a la antigua ciudad y nos recuerda su peso en el imperio. Detente a admirar su conservación y las vistas que ofrece sobre el valle.
Murallas y Castillo
Situado junto a los lienzos de la muralla que muestran algunos de los distintos periodos constructivos de la villa se encuentra el castillo. El paseo de ronda te llevará hasta el extremo del cerro, donde se alza. Esta fortaleza militar fue levantada sobre la base de la antigua alcazaba árabe y, aunque en ruinas, conserva su aire de baluarte defensivo y ofrece panorámicas inigualables.
La Plaza Mayor y el Corazón Noble
Perdiéndote entre las calles llegaras hasta la espaciosa y elegante Plaza Mayor, el centro cívico y político de Medinaceli. En ella, su conjunto medieval y renacentista que obligará a levantar la vista:
Palacio Ducal: Presidiendo la plaza, este edificio del Renacimiento fue la residencia de los Duques de Medinaceli. Hoy en día es un espacio cultural y expositivo.
Antigua Alhóndiga: Edificio público que antiguamente se usaba para el almacenamiento y comercio de grano, reflejando el auge económico de la villa.
Colegiata de la Asunción y Patrimonio Religioso
Justo al lado de la plaza, se encuentra la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción. Este templo se construyó para unir las numerosas parroquias que existían en la villa durante el Ducado, consolidando su poder religioso y artístico.
Otros puntos de interés religioso y cultural son:
Iglesia de San Martín: Con un hermoso pasado románico.
Convento de Santa Isabel: Fundado en el siglo XVI, es uno de los pocos conventos de clausura que aún permanece activo en la localidad.
Nevero y Aula Arqueológica
No todo era nobleza y religión; el pueblo también dejaba su huella. Cerca de las ruinas de la antigua Iglesia de San Román, encontrarás el Nevero Medieval. Esta construcción subterránea se utilizaba para almacenar nieve en invierno y conservarla como hielo durante los meses de calor, demostrando el ingenio de la época.
Además, te recomendamos visitar el Aula Arqueológica, un espacio didáctico que recrea la vida y la historia de Medinaceli desde sus orígenes hasta la época romana.
Medinaceli es una excursión que te recompensa con siglos de historia en cada rincón, una parada obligatoria para los amantes del patrimonio.